SANTA OLIVA DE PALERMO
10 de junio
463 d.C.



   Nació en Palermo (Sicilia) en el seno de una familia noble y cristiana. Cuando tenía 13 años, los vándalos de Genserico invadieron Sicilia y arrasaron la ciudad de Palermo. Oliva fue deportada a Túnez junto con otros habitantes de la ciudad. El gobernador quiso seducirla, pero como no obtuvo respuesta la envió a un bosque lleno de fieras. Cuenta la leyenda, que pasaron por allí unos cazadores que la liberaron y al oír las explicaciones de Oliva se convirtieron a la fe cristiana. Recibieron el bautismo y más tarde algunos de ellos murieron mártires por la fe.

   Aquella noticia llegó a oídos del gobernador, el cual envió un escuadrón de soldados para capturarla. También ellos escucharon las palabras de esta mujer y se convirtieron. El gobernador estaba furioso, consiguió detenerla y la encerró en el calabozo con orden de dejarla morir de hambre. Pero la fe y la palabra de Oliva hizo que los presos allí detenidos abrazaran la fe cristiana. El gobernador mandó torturarla cruelmente hasta que murió. Tenía 21 años. 

   Es venerada por los musulmanes de Túnez que han dedicado una mezquita a su nombre. Su leyenda es muy florida y privada de autenticidad, lo único cierto es que fue deportada y torturada, aunque no murió mártir. Los musulmanes creen que caerán los castigos de Alá quién blasfeme contra la santa. También es muy venerada en España. Patrona de Palermo.

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(Parroquia San Martín de Porres)