SANTA MARTINA DE ROMA
30 de enero
228 d.C.
Era
diaconisa, hija de un cónsul romano. Cuando se quedó
huérfana heredó un riquísimo patrimonio que
repartió entre los necesitados. Se dice que destruyó un
templo de Apolo al hacer la señal de la cruz, cuando fue
introducida a la fuerza en el lugar para que hiciera sacrificios al
dios. Murió decapitada en Roma, durante la persecución de
Alejandro Severo.
Su pasión es una leyenda totalmente falsa copiada de la de
santas fabulosa e inexistentes Prisca y Tiziana. Desde 1969 su culto se
ha limitado a los calendarios locales. Es una de las copatronas de Roma.