SANTA MARTA DE BETANIA
29 de julio
80 d.C.
Hermana de Lázaro y María. La primera vez que aparece en
el Evangelio parece una mujer decidida. Algunos historiadores piensan
que era la mayor de los tres hermanos, sencillamente porque san Lucas
dice que "por el camino entró Jesús en una aldea, y una
mujer de nombre Marta lo recibió en su casa". En esta
ocasión Marta se convertirá en el símbolo de la
persona que se atarea en las cosas. "Señor, ¿no te
importa nada que mi hermana me deje sola para hacer todo? ¿por
qué no le dices que me ayude?...". "Marta, Marta, te inquietas y
te agitas por mucho, por demasiadas cosas. Sólo una tiene valor,
María ha elegido la parte mejor, que no le será quitada".
La segunda vez es
cuando había muerto Lázaro y le pidió a
Jesús que resucitase a su hermano (Lc 10,38, Jn 11,2). Ante la
incredulidad de Marta de que Jesús pueda resucitar a su hermano,
Jesús le dijo: "¿No te he dicho que si crees,
verás?". Y del corazón de Marta brotó una profunda
confesión de fe: "Si, Señor; yo creo que tú eres
el Mesías, el Hijo de Dios que tenía que venir al mundo".
La tercera vez aparece de nuevo sirviendo. Dice san Juan que "seis
días antes de la Pascua fue Jesús a Betania, donde
vivía Lázaro, a quién había resucitado de
la muerte. Le ofrecieron allí una cena. Marta servía". La
tradición dice que se fue a Marsella, con sus hermanos y santa
María Magdalena, y terminó en Provenza, donde se
creyó que su cuerpo fue encontrado en Tarascón y de
aquí surgió la leyenda. Patrona de Tarascon.