SANTA MARINA DE ORENSE
18 de julio
139 d.C.
Marina era
una joven de Amphiloquia, lugar de Limia Baja, Orense, cuyo padre era
capitán de una legión romana acampada en aquellos
lugares. En casa tenían una nodriza cristiana que le
enseñó a Marina la religión de Jesucristo. La
joven iba creciendo en gracia y belleza. El capitán de las
legiones romanas, Olibrio, la pretendió por esposa, pero ella se
negó, porque no le interesaba. Como resultado de su negativa,
fue denunciada por ser cristiana. La detuvieron, la torturaron y la
condenaron a morir en un horno preparado al rojo vivo. La arrojaron al
horno pero éste no se encendía y entonces sus jueces
decidieron decapitarla. En el lugar donde cayó su cabeza,
salió una fuente que todavía perdura: Santa Marina de
Santas Aguas. Era hermana de santa Librada, y murió con 20
años. Su devoción la extendieron los peregrinos de
Santiago de Compostela.