SANTA MARÍA
REINA
22 de agosto
Memoria de
Santa María Virgen Reina, que
engendró al Hijo de Dios, príncipe de la paz, cuyo reino
no tendrá fin, y es saludada por el pueblo cristiano como Reina
del cielo y Madre de misericordia. Esta festividad, instituida por
Pío XII en 1955, el 31 de mayo,
ha sido trasladada al día octavo de la Asunción para
subrayar el vínculo de la realeza de María con su
glorificación corpórea, como afirma la
constitución "Lumen gentium": "María fue asunta a la
gloria celestial y fue ensalzada por el Señor como reina
universal con el fin de que se asemejase de forma más plena a su
hijo".
En algunas iconografías antiguas, a partir del
siglo IV, junto
al Cristo "Pantocrátor" (rey-soberano) se encuentra representada
con frecuencia la madre, que en la Edad Media recibió el
título de reina en muchos himnos que todavía siguen
cantándose hoy ("Salve Regina", "Regina, coeli", "Ave Regina
caelorum").
Aunque la sensibilidad del hombre contemporáneo sea
menos
propensa a considerar este título por las evoluciones culturales
y políticas superadas; aunque se tienda a sustituir la
mariología "de los privilegios" por la mariología "del
servicio", no se puede negar que junto al título de Cristo rey
(renovado ahora en su sentido escatológico al final del
año litúrgico), el fundamento de este título real
de la "madre del Señor" es bíblicamente seguro.
María es reina porque es madre del Rey de los reyes (Is.9,1-6).
En el capítulo 12 del Apocalipsis dice: "Y apareció una
Mujer que tenía la luna como escabel de sus pies y estaba
coronada con doce estrellas".