SANTA MARÍA DE
LA CRUZ MACKILLOP
8 de agosto
1909 d.C.
María Helena
MacKillop nació en Fizroy, Melbourne (Australia), en el seno de
una familia de granjeros. María, la mayor de los 8 hermanos, fue
educada por su padre y en escuelas privadas. María empezó
a trabajar a la edad de catorce años como empleada en Melbourne
y después como maestra en Portland. Para mantener a su
necesitada familia aceptó un trabajo como institutriz en 1860 en
Penola al sur de Australia. Su trabajo consistía en cuidar y
edudar a los niños. Siempre que le era posible estaba dispuesta
en ayudar a los pobres, y comenzó a cuidar a los niños de
las otras granjas del estado de Cameron. Esto le hizo entrar en
contacto con el Padre Julián Tenison Woods, quien era el
párroco del territorio Sur Este.
Woods siempre
había estado muy preocupado por la falta de educación y,
particularmente, la poca formación católica en el sur de
Australia. Cuando él inició con su escuela fue elegido
Director de Educación, y pronto se volvió, junto con
María, en el fundador de las Hermanas de San José que
enseñarían en sus escuelas.
María se
quedó durante dos años en Penola antes de aceptar un
trabajo para enseñar a los niños en Portland, Victoria.
Luego abrió su propio internado, Bayview House, y pudo reunirse
con el resto de su familia. Mientras ella enseñaba en Portland,
el Padre Woods, invitó a María y a sus hermanas Annie y
Lexie, a ir a Penola para abrir una escuela católica
allí. Esa escuela fue inaugurada en 1866 en un establo, mismo
que fue adecuado por los hermanos de María, y donde luego las
MacKillops comenzaron a educar a más de cincuenta
niños.
En 1867 María
se convirtió en la primera Hermana, y madre superiora, de la
Orden de las Hermanas de San José recientemente creada, y se
mudó al convento en Grote Street Adelaide. Dedicada a la
educación de los niños del pobres, fue la primer orden
religiosa en ser fundada por australianos. Las reglas escritas a por el
Padre Woods y María para las Hermanas, hacían
énfasis en la pobreza, una dependencia total a la Divina
Providencia, no podrían tener propiedades personales confiando
siempre en que Dios proporcionaría lo necesario, y las Hermanas
irían dondequiera que les necesitaran. Las reglas fueron
aceptadas por el obispo Sheil. A finales de 1867 otras diez Hermanas se
habían unido a la Orden. Tuvo dificultades con su obispo, que no
estaba de acuerdo con que las religiosas cabalgasen por todo el
territorio australiano para extender la enseñanza y la fe, por
ello sufrió muchas injurias y calamidades. Pero ella supo
superarlo.
La Madre María MacKillop murió llena de méritos y
fue enterrada en el cementerio Gore Hill. Después de su entierro
las personas comenzaron a tomar tierra de los alrededores de su tumba,
por lo que sus restos fueron exhumados y se transferidos, a una
bóveda próxima al altar de la Madre de Dios en la nueva
Capilla en Mount Street Sydney. El Papa San Juan Pablo II la
beatificó el 19 de enero de 1995, en Sidney.