SANTA MARÍA
BERNARDA BUTLER
19 de mayo
1924 d.C.
Se llamaba
Verena Bütler. Nació en Auw (Argovia, Suiza), en el seno de
una modesta familia de campesinos y cristianos ejemplares.
Cultivó la vida de piedad desde la infancia, dedicada a trabajos
en el campo. Tuvo una gran devoción por la Eucaristía. A
la edad de 14 años se enamoró de un joven, pero sus
deseos de consagración a Dios le hizo fuerte para dejarlo. En
este período de su vida se le concedió la gracia de gozar
sensiblemente de la presencia de Dios sintiéndolo muy cercano.
Atraída por el amor de Dios, a los 18 años,
ingresó como postulante en el convento de la región.
Comprobando que no era el lugar donde Dios la llamaba, regresó a
su hogar. En 1867, por sugerencia de su párroco, ingresó
en el monasterio franciscano de María Auxiliadora en
Altstöten. Tomó el nombre de María Bernarda del
Sagrado Corazón de María. En este monasterio
permaneció 21 años. Donde ejerció de Maestra de
novicias y superiora.
En 1888, partió para El Ecuador con un grupo de
seis religiosas, reconociendo en ello la clara voluntad de Dios que la
llamaba a ser anunciadora del Evangelio en aquellas tierras. En 1895,
tuvo que refugiarse en Colombia, donde fundó de la
Congregación de las Hermanas Franciscanas Misioneras de
María Auxiliadora. Se encontró un paisaje desolador:
ausencia de sacerdote, una gran promiscuidad y una gran pobreza
material y espiritual.
Comenzó un amplio apostolado con las familias y
obtuvo un gran fruto espiritual. Todo esto se unió a la cruz:
clima adverso, insalubridad, incomprensión por parte de las
autoridades religiosas, la separación de algunas hermanas de la
comunidad, que constituyeron una nueva Congregación religiosa:
las Franciscanas de la Inmaculada, fundadas por la beata María
Caridad Brader. María Bernarda supo soportar todo con heroica
entereza, en silencio y sin mostrar ningún resentimiento.
En 1895, comenzó una fuerte persecución a la
Iglesia, y tuvieron que marcharse del país, y recalaron en
Cartagena de Indias (Colombia) donde permanecerá hasta su
muerte, dedicada al cuidado de enfermos en un hospital. Murió en
Cartagena (Colombia) de una enfermedad estomacal; murió con fama
de santidad. Fue canonizada por el papa Benedicto XVI el 12 de
octubre de 2008.