SANTA MARGARITA DE
CORTONA
22 de febrero
1297 d.C.
Margarita de Bartolomeo nació en Laviano, cerca de
Cortona, y fue hija de un labrador; perdió a su madre a los seis
años, y poco después, una madrastra amargó su
niñez con celos y desdenes. Era una muchacha de extraordinaria
hermosura, en la comarca decían que parecía una princesa,
y que desde luego era digna de un príncipe. Encontró a un
joven y apuesto caballero de Montepulciano, llamado Arsenio, que era
marqués y que la convenció para compartir su vida,
prometiéndole que algún día sería su
esposa. Margarita tenía 16 años y durante nueve
años más fue la amante del marqués a quien
dará un hijo. En 1273, el caballero murió
apuñalado, su perro fue quien le enseñó el lugar
donde estaba el cadáver de su amante, y esto la
convirtió. Margarita lo dejó todo y volvió con su
hijo a casa de sus padres, que le cerraron las puertas, después
de confesarse públicamente en la iglesia de su ciudad de todos
sus pecados.
En Cortona
encontró la protección de unas piadosas damas: Marinaria
y Romería Moscari, que la encaminaron hacia los franciscanos,
uno de los cuales, fray Giunta Bevegnati, será su director
espiritual. Se hizo Terciaria franciscana en 1276, edificó a
todos con sus mortificaciones y su caridad, fundó el hospital de
Santa María de la Misericordia (1278), cuidó a
parturientas y enfermos, trabajó para los pobres, mientras que a
su alrededor se daba el chisme y la calumnia. Murió a los 50
años dejando la síntesis de su experiencia mística
en una frase: "la salvación es fácil, basta amar". En los
últimos años, en sus ansias de soledad, se encerró
en una ermita que había al pie del pueblo, pero antes
había confiado a su hijo a un preceptor de Arezzo, y
siguió su vida y estudios en la lejanía, hasta que se
hizo fraile franciscano. En su habitación no había
más que un montón de juncos que le servían de
lecho. Su cuerpo está incorrupto y sobre su tumba se produjeron
muchos milagros.
Aunque no fue formalmente canonizada sino hasta el 16 de mayo de 1728
por Benedicto XIII, la diócesis de Cortona y la Orden
Seráfica habían obtenido, desde dos siglos antes, el
permiso de celebrar su fiesta. Patrona de Cortona.