SANTA JULITA
16 de junio
Durante la persecución
de Diocleciano en Iconio, la ciudad de Licaonia (hoy en Turquía) estaba
Giulitta, una mujer rica y noble, que había quedado viuda con un hijo
pequeño, Quirico. Dejando su ciudad y sus pertenencias, para escapar
de la persecución, bajó con sus doncellas a la Seleucia. Sin
embargo, consideró prudente continuar por Tarso, en Cilicia, donde
fue arrestado y arrestado por su gobernador romano Alejandro, acusado de
ser cristiano.
Sometida a largos interrogatorios para hacerla abjurar, rehusándose
a sacrificarse a los dioses, confesó su fe. Una leyenda cuenta que
Alexander sostuvo al niño de rodillas. Quirico, al ver que su madre
sufría y escuchaba sus palabras, también dijo que era cristiano
y que el gobernador le arrojó al suelo. La madre, aunque petrificada
de dolor, se mantuvo firme en su fe. Luego, después de una tortura
insoportable, fue entregada al verdugo para ser decapitada. otra historia,
sin embargo, dice que los dos fueron quemados vivos pero que sus cuerpos
milagrosamente permanecieron intactos. El martirio del mártir cristiano
más joven con su madre se encuentra alrededor de 304. (Avvenire).