SANTA LIBERATA
122 d.C.
11 de enero
Santa Liberata era hija de Lucio Castelio Severo quien fue
gobernador romano del noreste de la península ibérica
(Gallaecia y Lusitania) en el año 122. Su esposa Calsia, quien
da a luz en un solo parto a nueve niñas, mientras su marido esta
fuera recorriendo sus dominios, temiendo ser repudiada por infidelidad
conyugal decide deshacerse de las criaturas y se las encomienda a su
fiel servidora Sila, ordenándole que bajo el mayor secreteo las
ahogara en el río Miñor.
Sila cristiana a carta cabal, lejos de cometer tan
horrible crimen, las deja en casa de familias amigas y las criaturas
fueron bautizadas por el obispo San Ovidio y criadas en la fe
cristiana. Los nombres de estas niñas fueron: Ginebra, Victoria,
Eufemia, Germania, Marina, Marciana, Basilisa, Quiteria y Liberata.
Llegado el momento tuvieron que comparecer ante su propio
padre acusadas de ser cristianas, el cual al saber que eran sus hijas
las invita a que renuncien a Cristo a cambio de poder vivir rodeadas de
los lujos y comodidades propias de su nacimiento.
Las encarcela tratando de atemorizarlas pero logran huir
de las garras de la cárcel y se dispersaron. Todas ellas,
no obstante acabarían siendo mártires cristianas.
La devoción popular sitúa a Liberata mártir en la
cruz a la edad de 20 años el 18 de enero del 139.