SANTA JUANA ISABEL
BICHIER DES AGES
1838 d.C.
26 de agosto
Nació en un castillo del Poitou francés en el seno de una
noble familia; su padre era empleado del gobierno. A los 19 años
Juana Isabel tenía varios pretendientes pero ella declaró
a su madre que su deseo era dedicarse totalmente a buscar el reino de
Dios y la salvación de las almas. En aquellos tiempos
comenzó la Revolución Francesa. Perseguían a
muerte a los propietarios de tierras. El hermano de Juana Isabel tuvo
que huir al extranjero y la herencia del padre estaba en gran peligro.
Ante la necesidad, Juana Isabel estudió para saber administrar
los bienes y defenderlos. Lo hizo con tanto éxito que pudo
también socorrer a muchas familias pobres. Los mismos estudios
le ayudaron después al fundar una comunidad religiosa. Juana
Isabel visitaba también a los sacerdotes y religiosas que la
Revolución encarceló por negarse a renunciar a su fe.
También mostró gran caridad con los carceleros de manera
que estos trataban mejor a los presos. Al ser perseguidos los
sacerdotes, organizó reuniones de fieles para el culto, hasta
que conoció un cura no juramentado, san Andrés-Huberto
Fournet. Juana Isabel quiso hablar con el sacerdote quien al verla tan
elegante la puso a prueba: "Usted, aguarde, que antes debo atender a
estas personas pobres". Ella aceptó con buena voluntad y
después se acercó a confesarse con el padre. El fue desde
entonces su director espiritual y entre ellos creció una santa
amistad que los llevó a fundar una comunidad. Ella le
pidió permiso para irse de monja a un monasterio trapense (de
clausura). Pero él le aconsejó que más bien se
quedara en el mundo ayudando a la juventud pobre y que se encuentra
siempre tan desprotegida.
San Andrés-Huberto Fournet y Juana Isabel, con un
grupo de muchachas piadosas, fundaron la comunidad de Hijas de la Cruz,
para atender a la juventud pobre y abandonada. La santa se
dedicó a fundar casas de su comunidad en diversos sitios de
Francia. Cuando las vocaciones escaseaban ella redoblaba la
oración y Dios enviaba vocaciones. El Padre Fournet le
mandó a vestir de negro con tela ordinaria, lo cual
disgustó a sus familiares ricos. Fundó más
de 60 escuelas para niñas pobres. Con un entusiasmo parecido al
de santa Teresa de Avila viajaba, dirigía y administraba.
Hacía además agotadores trabajos, oraciones, ayunos y
penitencias. Murió llena de méritos en Le Pay (Poitiers).
Fue canonizada en 1947 por SS Pío XII.