SANTA JUANA DE VALOIS
4 de febrero
1505 d.C.
Era hija del rey Luis
XI de Francia y de Carlota de Saboya. Había nacido en
Noget-le-Roi, jorobada y algo coja, esto hizo que, cuando tenía
cinco años, se la enviase fuera de la corte, al castillo de
Linières, al cuidado de una familia noble y sin hijos. Incluso
se la utilizó en un matrimonio de conveniencia con su primo el
duque de Luis de Orleans (un niño de dos años),
quién no consumó el matrimonio por el desdén que
mostraba hacia su mujer, según manifestó su marido, pero
Juana siempre negó este hecho. Cuando su esposo fue encarcelado
por rebelión contra su rey (en la llamada “Guerra loca”) en
1488, Juana intercedió ante su hermano, el rey Carlos VIII; no
tuvo ningún agradecimiento por parte de su esposo.
En el 1498, el nuevo
soberano Luis XII, su esposo, activó los trámites para la
anulación del matrimonio, y no invitó a su esposa a su
coronación. Alegó que se había casado con su
esposa por temor al rey Luis XI. El papa Alejandro VI reconoció
la nulidad por defecto de consentimiento y por causa de parentesco.
Así Juana pasó a ser simplemente la duquesa de Berry y se
retiró a Bourges, capital del su dominio, donde, intentó
gobernar sus territorios con la mayor justicia y caridad, con la
asistencia a los pobres y enfermos, sobre todo durante la epidemia que
afectó la región entre 1499 y 1500. Fue Terciaria
franciscana y gran amiga de San Francisco de Paula.
En el año 1500, fundó junto con el beato Gabriel
María Nicolás, la Orden de la Santísima
Anunciación de la Bienaventurada Virgen María o de
las "diez virtudes de María" o la Anunciata (las Anunciatas),
cuyo fin será la vida de piedad a imitación de la Virgen
y la ayuda a los menesterosos. Cambió su nombre de Juana de
Francia por el de Gabriela María. Murió en
Bourges. Fue canonizada el 28 de mayo de 1950 por Pío XII.