SANTA JOAQUINA DE VEDRUNA
22 de mayo
1854 d.C.



   Nació en Barcelona, en el seno de una familia burguesa; tuvo una formación intelectual muy alta para ser mujer en aquella época. Desde su infancia deseó ser religiosa carmelita descalza, pero una serie de acontecimientos familiares le hicieron contraer matrimonio a los 15 años con Teodoro Mas, hacendado de Vich y procurador de los tribunales en 1799. Siguieron 17 años, durante los cuales nacieron nueve hijos (cuatro hijas suyas fueron religiosas de clausura), tuvo que soportar la incomprensión de la familia de su marido, que no la aceptaron y la guerra de Independencia, en la que su marido participó activamente, corrió peligros y tuvo de ocultarse en el macizo del Montseny. Su marido murió tísico en 1816.

   A los 32 años se quedó viuda y recibió la revelación de Dios: “...ahora te elijo por esposa”. Regresó a Vich, a su propiedad de “Manso Escorial” y, una vez orientados sus hijos (aunque había perdido a tres de ellos), bajo la dirección del capuchino, fray Esteban de Olot, le orientó su vida religiosa a una forma más activa, dedicada a la realidad sufriente: los pobres del hospital y las niñas y mujeres marginadas. La revolución liberal de 1820 frenó todos sus planes y tuvo que emigrar a Prades, su patrimonio quedó incautado. Desde entonces los pleitos y las persecuciones formarán parte de su vida.


   Hasta 1823 no pudo regresar a España, y se instaló en Igualada, en casa de José Estrada, que era administrador del hospital y pudo colaborar con él. Cuando en 1825, se encontró de nuevo con fray Esteban, su vida estaba más libre, ya que tenía colocados a todos sus hijos. La situación política parecía apaciguada y así fundó en Vich, en 1826 el Instituto de las hermanas Carmelitas de la Caridad, para la promoción cristiana de la juventud; la primera casa se abrió en su propia casa. Enseguida obtuvo grandes frutos, sus religiosas entraron todas como personal sanitario en los hospitales, y serán las primeras maestras rurales religiosas que contará la Iglesia española. Deseó y pidió ir a las misiones; especialmente quiso pasar a África. Y al no poder personalmente exclamó: "Yo quiero que mis hijas vayan a muchas partes; yo quisiera remediar las necesidades de todos los pueblos". El centro de su vida espiritual se centró en el misterio de la Trinidad, que inculcó a sus hijas, por medio de la devoción del santo trisagio.


   Sufrió la persecución de ciertos ambientes liberales de manera que conoció la cárcel, y durante la guerra carlista (porque su hijo José Joaquín era carlista), la comunidad fue disuelta y ella tuvo que exilarse a Francia sin recursos: "Viviremos a costa de la señora más poderosa que hay en el mundo, la divina Providencia". Vivió en Perpignán y tres años después volvió a España. Fue un momento de esplendor para el Instituto, pero el obispo Casadeval, quiso nombrar un director general del Instituto que compartiera con la fundadora el gobierno de la Institución, era una injerencia que Joaquina, ya enferma, no admitió y se retiró a la casa de Caridad de Barcelona. Murió en Barcelona, víctima del cólera y de un precedente ataque de apoplejía. 


   La Orden de los Carmelitas Descalzos celebra su festividad el 22 de mayo, mientras la Iglesia Universal el 28 de agosto, día de su muerte. Fue canonizada por San Juan XXIII el 12 de abril de 1959.

Página Principal
(Parroquia San Martín de Porres)