SANTA INÉS
21 de enero
260 d.C.
Fue
una de las santas mas veneradas de la cristiandad. El edicto de
persecución de Maximino y Diocleciano contra los cristianos
decía: "Doy mi permiso para que, donde quiera haya cristianos,
sean arrestados por el prefecto de la ciudad, y obligados a sacrificar
a los dioses".
Se dice que era una
niña de 12 o 13 años, de origen patricio. "Su
devoción, dice san Ambrosio, era superior a su edad. Su
energía superior a su naturaleza”. “¡Cuantos
terrores, insiste san Ambrosio, ensayó el verdugo para
asustarla! ¡Cuanto halagos y promesas para rendirla!”. Pero ella
respondió: "Injuria sería para mi Esposo el pretender
agradar a otro. Me entregaré sólo aquél que
primero me eligió".
Rechazó al hijo
del prefecto de la ciudad, Procopio, y por ello, después de
prometerle riquezas, ella se negó a renunciar a su fe, por ello
se le obligó a sacrificar a la diosa Vesta o Minerva, lo que no
consiguieron a pesar de las torturas del fuego y de las promesas de
grandes riquezas y bienes materiales.
Como en el derecho romano, no se podía condenar a muerte a una
virgen, el juez Sempronio ordenó que la llevasen a un
prostíbulo, con la intención de que la violasen, pero su
cuerpo se cubrió con su cabello, y todos los que intentaron
tocarla murieron en el acto. "Haz lo que quieras, responde Inés,
impávida y confiada. Cristo no olvida a los suyos.
Teñirás, si quieres, la espada con mi sangre. Pero no
mancillarás mis miembros con la lujuria". Por fin fue degollada.
San Ambrosio dirá: "Va coronada no de flores, sino de gracia y
castidad". Fue enterrada en la vía Nomentana.