SANTA HUMILDAD DE
FAENZA
22 de mayo
1310 d.C.
Nació
en Faenza. Se llamaba Rosanna Negusanti, y era una guapísima
joven de buena familia. Desde niña profesó una gran
devoción a María y a san Juan Evangelista. En 1242 se
casó, después de muchas reticencias, y durante nueve
años soportó con paciencia a su esposo Hugolotto, hombre
bueno y frívolo pero enfermo, y de quién se
separó, por mutuo acuerdo ya que murieron sus dos hijos;
decidieron hacerse religiosos en el convento cluniacense de Santa
Perpetua de Faenza fundado para los dos sexos. Fue entonces cuando
cambió su nombre por el de Humildad. Se distinguió por su
virtud y sus grandes penitencias, así como por su obediencia en
realizar los trabajos más ingratos.
Después
de tres años murió su esposo y en 1254 fue curada de modo
milagroso y, a partir de ese momento, pidió vivir en clausura en
una celda cercana a la iglesia de San Apolinar de Faenza; algunas
jóvenes imitaron su estilo de vida. Otros autores dicen que se
fugó del monasterio de Santa Perpetua, porque no le gustaba el
estilo de vida, y fue acogida en un convento de clarisas, pero
afirmó que su lugar estaba en otro sitio. Vivió
algún tiempo en casa de un tío suyo, donde obró
algunos milagros, hasta que terminó en la celda de San Apolinar.
Su fama de santidad hizo que el obispo le encargase la fundación
de un convento femenino. Unió la fundación de las
Religiosas Vallumbrosianas con la fundación del monasterio de
Santa María Novella en Faenza, donde fue abadesa benedictina,
aunque adoptó la regla de san Juan Gualberto. Fue una fecunda
escritora de sermones en latín dirigidos a los vallumbrosianos.
En Florencia fundó otro convento en honor a san Juan
Evangelista, donde murió. Fue
beatificada por el Papa Clemente XI el 27 de enero de 1720.