SANTA HILDA
17 de noviembre
680 d.C.
No se
sabe el lugar de nacimiento de Hilda, pero de acuerdo a Beda el
Venerable fue en el año 614. Ella fue la segunda hija de
Hereric, sobrino de san Edwin rey de Northumbria, y su esposa
Breguswita. Su hermana mayor, santa Hereswida, se casó con
Ethelric, hermano del rey Anna de Anglia Oriental. Cuando era apenas
una bebe su padre fue envenenado mientras pasaba su exilio en la corte
del rey de Elmet (en lo que hoy en día es West Yorkshire). Se
asume que ella creció en la corte de san Ediwn en Northumbria.
En 627 el rey Edwin de
Northumbria fue bautizado durante la Pascua junto a toda su Corte, la
cual incluía a Hilda, que entonces tenía 14 años,
en una pequeña capilla de madera construida especialmente para
la ocasión, cerca de lo que hoy en día es la Catedral de
York Minster. La ceremonia fue oficiada por el monje-obispo san Paulino
de York, quien había venido desde Roma junto a san
Agustín de Canterbury. Luego acompaño a santa Ethelburga
de Lyminge, una princesa cristiana, cuando ella regreso a Kent para
casarse con Edwin.
Se desconocen
más detalles de la vida de Hilda entre el 627 y el 647. Pero,
aparentemente, tras la muerte de san Edwin en una batalla en el
año 633, ella se fue a vivir con su hermana a la corte de Anglia
Oriental. Beda resume su historia en un punto clave de su vida, cuando
a la edad de 33 ella decide irse a vivir con su hermana viuda a la
abadía de Chelles, en Galia. Pero fue convencida por san Aidan,
obispo de Lindisfarne de regresar a Northumbria y vivir como monja
benedictina. Esto le cambio la vida.
No se sabe
dónde fue que Hilda empezó su vida como monja, excepto
que fue al norte de las orillas del río Wear. Aquí, con
unas cuantas compañeras aprendieron las tradiciones del monacato
del cristianismo celta el cual san Aidan había traído
desde Iona. Después de un año san Aidan nombró a
Hilda como la segunda abadesa de Hartlepool (549) y después
abadesa de Heorta.
Más tarde fundo
doble monasterio de Whitby en Streonshalh (en ese entonces conocido
como Streonshalh), donde su influencia fue uno de los factores
principales de la unificación de la iglesia inglesa. La
tradición de monasterios dobles, como los de Hartlepool y
Whitby, era para que hombres y mujeres vivieran separadamente pero que
pudieran rezar juntos en misa. Todas las propiedades y bienes eran de
propiedad común, los valores cristianos eran ejercidos,
especialmente paz y caridad, todos tenían que estudiar la Biblia
y hacer obras de caridad. Cinco monjes del monasterio se convirtieron
en obispos y uno fue venerado como santo, san Juan de Beverley. La
reina santa Eanfleda de Deira, y su hija snta Elfleda se convirtieron
en monjas y juntas fueron abadesas de Whitby después de la
muerte de Hilda.
Convocó el
Sínodo de Whitby en el 664, en el cual los cristianos de
bretaña decidieron someterse a la Iglesia de Roma. El Rey de
Northumbria escogió el monasterio de Hilda como sede para el
Sínodo de Whitby, el primer sínodo de la Iglesia en su
reino. El invito religiosos de tan lejos como Wessex para formar parte
del evento. La mayoría de los presentes, incluyendo Hilda,
seguían las tradiciones del cristianismo celta pero varios en el
reino, incluyendo la reina santa Eanfleda y su hija la monja santa
Elfleda la cual vivía con Hilda en el monasterio, seguían
las tradiciones de la Iglesia Romana. Convencidos por san Wilfrido un
mensajero de Roma, se decidió tomar las tradiciones romanas.
Hilda acepto esta decisión y esforzó las nuevas reglas
dando un buen ejemplo de devoción y obediencia. Muchas de las
tradiciones celtas siguieron en uso, pero puntos claves como fechas y
celebraciones fueron cambiadas. San Cutberto de Lindisfarne, un santo
de Northumbria demostró en su vida como las tradiciones
benedictinas y celtas podían ser conbinadas perfectamente.
Fue la guía
espiritual de la Inglaterra del siglo VII. A donde iba se fundaban
monasterios. Se dice de ella que la virtud que irradiaba y
enseñaba, era la justicia en la paz. Además fue una gran
protectora de la cultura y bajo su dirección, el poeta san
Caedmón recibió la inspiración para sus versos en
lengua sajona. Fue una mujer de bastante influencia, fue una gran
educadora y conocedora de las Escrituras, una buenísima
administradora de monasterios, a ella venían reyes, reinas,
príncipes, monjes, y santos, a pedir consejos. Aunque Hilda
tenía un carácter fuerte ella también inspiraba
afecto. Beda dijo "Todos aquellos que la conocían la llamaban
madre por su gran devoción y gracia".
Hilda sufrió de
una fiebre los últimos seis años de su vida, pero
continuó trabajando hasta su muerte, en lo que entonces era una
edad muy avanzada de sesenta y seis. En su último año
ella fundo otro monasterio, a 14 millas de Whitby, en Hackness. Ella
murió después de recibir el viatico, y según la
leyenda, en el momento de su muerte las campanas del monasterio en
Hackness sonaron.
Las sucesoras de Hilda fueron santa Eanfleda, viuda del rey Oswin, y su
hija Elfleda. Después de las muertes de ellas dos, no se sabe
más de la abadía de Whitby solo que fue destruida por
invasores daneses en 867. Después de la invasión de
Guillermo I a Inglaterra, monjes provenientes de Evesham fundaron otra
vez la abadía como una casa benedictina para hombres. Y
continuó siéndolo hasta la disolución de los
monasterios por Enrique VIII en 1539.