SANTA GENOVEVA TORRES
MORALES
5 de enero
1956 d.C.
Nació en Almenara (Castellón), en el seno de una familia
de labradores. Era la menor de seis hermanos. Ya desde la infancia tuvo
que sufrir mucho. Su padre murió cuando tenía un
año, y su madre a los ocho años. Se quedó sola con
José, el hermano mayor, pues los demás había
fallecido; no tenía estudios, pero sí una gran fuerza
interior espiritual, que aprendió en las catequesis. Junto al
dolor moral, padeció el físico. Cuando tenía 13
años, se le declaró un tumor en la pierna izquierda que
le dejó medio paralizada. Comenzó a supurar y se le
abrió una llaga. Al iniciar la gangrena, los médicos
decidieron amputar. Vino un cirujano de Valencia y encima de la mesa
donde hacían el pan, casi sin cloroformo, le cortaron la pierna.
La nueva esposa de su
hermano no quería tener en casa a una inválida, y
Genoveva se trasladó a la Casa de la Misericordia de Valencia,
atendida por las Carmelitas de la Caridad de Santa Joaquina Vedruna. En
esta casa vivió nueve años, desarrollando una profunda
vida de piedad, y probablemente vivió experiencias
místicas. Se hizo muy amiga de una anciana que tenía fama
de santidad. La anciana le curaba las llagas que todavía
padecía, y Genoveva la llevaba de un lado a otro.
Solicitó entrar en las Carmelitas de la Caridad, pero no fue
admitida a causa de su defecto físico, y lo aceptó no sin
dolor. Con razón, la beata podía escribir, muchos
años más tarde: "He vivido siempre sin cariño de
nadie, ni de mis familiares".
En 1894, Genoveva y otras dos señoras -Isabel Fuster, una viuda
con una hija pequeña, y Amparo Rives, soltera- se reunieron con
el propósito de hacer una fundación. Vivirán
juntas y se mantuvieron cosiendo y bordando. A este pequeño
núcleo inicial se unieron otras señoras. En 1911, el
canónigo de la catedral, don José Barbarrós, le
planteó el problema de muchas señoras que sólo
tienen una pequeña pensión que no les da para vivir
independientemente, y le propuso que hiciera una fundación para
estas personas. Era lo que Genoveva venía pensando: una
congregación que se dedicara exclusivamente a remediar el
desamparo y la necesidad en la vivían tantas señoras.
Será el origen de la Congregación de las Hermanas del
Sagrado Corazón de Jesús y de los Santos Ángeles,
"las Angélicas". Abrieron la primera casa en Valencia en 1911.
En 1912 se trasladaron a Zaragoza, (donde actualmente está la
casa generalicia) y las fundaciones fueron creciendo a la vez que
llegaban vocaciones. Falleció en Zaragoza. Fue canonizada
por San Juan Pablo II el 4 de mayo de 2003, en España.