SANTA GENOVEVA
3 de enero
502 d.C.
Nació en Nanterre, una pequeña aldea cerca de
París, pertenecía a una familia acomodada, de la clase de
altos funcionarios del Imperio. Según la leyenda, en el 429,
cuando los santos Germán de Auxerre y Lupo de Troyes iban de
camino a Inglaterra, para luchar contra el pelagianismo, pasaron por la
aldea de Genoveva, y ya que sus enseñanzas la impresionaron
muchísimo, Genoveva entregó desde muy temprana edad su
vida y su virginidad, con la bendición de los santos citados;
san Germán, que le predijo su vocación religiosa, le
entregó una medalla que tenía una cruz gravada y que
conservó siempre.
Después de
recibir el velo simbólico de la virginidad del obispo de
París, Wilicus, hacia el 434, se dedicó a la penitencia y
a la caridad. Al morir sus padres, se marchó con su madrina a
París, donde su sóla presencia suscitó los recelos
de sus conciudadanos, a pesar del apoyo reiterado de san Germán
de Auxerre, en su segundo viaje hacia el 444. En el 451, durante la
invasión de Atila, levantó el espíritu de la
población con sus oraciones y consiguió que la ciudad no
fuera ocupada, y que el rey huno se fuera hacia las llanuras de
Châlons; no por ello tuvo la comprensión de sus
ciudadanos, que la trataron de visionaria, hasta que se dieron cuenta
de que sus visiones venían del Cielo y también gracias a
un apoyo moral, de nuevo, a nivel póstumo de san Germán;
más tarde durante la guerra con los francos del rey Childerico,
obtuvo el abastecimiento de la ciudad. Su vida fue adornada con muchas
leyendas durante el medioevo.
Su fama y sus milagros llegaron muy lejos hasta el mismo san
Simeón Estilita el Joven que desde lo alto de su columna en el
desierto asirio, al ver a los galos entre la multitud que iba a
visitarle, les preguntaba por Genoveva, de la que había
oído hablar. Fue muy venerada por los reyes francos Clodoveo y
santa Clotilde. Durante la Revolución francesa, su sepulcro fue
saqueado, y sus restos fueron públicamente quemados. Patrona de
París.