Nació
en Nicomedia en una familia ilustre. Era una cristiana y
llamativa por
su belleza. Durante la persecución de los cristianos por
Maximiano, los
paganos intentaron obligar a Eufrasia a ofrecer sacrificios a los
ídolos. Cuando
rechazó, la golpearon, y después fue dada a cierto
bárbaro que la
violara. La santa rogó al Señor para que ella preservara
su virginidad,
y Dios oyó su ruego.
Prefiriendo
perder la vida antes que la castidad, puso en acto, aquello que los
hagiógrafos llaman “la estratagema de la virgen” y que es
común en
alguna otra santa muerta del mismo modo:
Prometió al bárbaro que se acerco a ella que
tenía un engüento para hacerse invulnerable. Sugirió
al bárbaro que si él no la profanaba, ella le
daría una hierba especial
que lo protegería de las armas enemigas y contra la muerte. Pero
este engüento, ella sostuvo con energía, solamente cuando
estaba en
manos de una virgen tenía poder; además para
reforzar lo que decía le
dijo que lo probaría en sí misma. El
bárbaro le creyó y fue con ella al jardín.
La santa virgen escogió la hierba, después
ofreció demostrar su energía. Ella colocó
la hierba en su cuello y dijo al hombre que la golpeara con su espada. Con
un golpe poderoso, él cortó su cabeza. Así
su ruego fue recompensado, y la virgen ofreció su alma a Dios,
salvaguardando su pureza corporal.
El episodio aparece relatado en la “Historia
Eclesiástica” de
Nicéforo Calixto. Los “Sinaxarios” bizantinos conmemoran el 19
de Enero a santa Eufrasia virgen de Nicomedia, la misma santa viene
recordada en otros “Martirologios” entre ellos el “Romano” el 13 de Marzo.