SANTA EDUVIGIS DE
POLONIA
17 de julio
1399 d.C.
Nació en Hungría y era hija del rey de Hungría y
Polonia, Ludovico y de la princesa Isabel de Bosnia. Con 4 años
de edad la casaron con Guillermo de Austria en 1378; estuvo un tiempo
en Austria, pero volvió a Hungría a la espera de tener la
edad para cohabitar con su marido. A la muerte de su padre,
subió al trono de Hungría su hermana María, y los
polacos pidieron a la reina viuda que Eduvigis se convirtiera en su
soberana, con lo que con 10 años, en 1384, se convirtió
en reina de Polonia.
Se planteó el
problema de su matrimonio, pues los polacos no aceptaron a Guillermo, y
como llegase la propuesta de Ladislao Jagellón, rey de Lituania,
según el cual si Eduvigis se casaba con él se
convertiría al catolicismo él y todo su pueblo; Eduvigis
que sentía que su primer matrimonio, no consumado, había
sido realizado en contra de su voluntad, aceptó, una vez se
anuló el matrimonio. En 1386 se casó en Cracovia con
Ladislao, después de que se hubo bautizado. La corona de Austria
lanzó infundios contra ella, pero el papa Urbano VI dio la
razón a Eduvigis. Como reina se granjeó la estima de su
pueblo. Se cuidó particularmente de los campesinos y de otros
sectores menos favorecidos de la población. Contribuyó a
la cristianización de muchos lituanos, más por la
convicción que por la ley y las armas. Igualmente trató
de que la unión de los rutenos con Roma se efectuase con
respecto a su lengua y liturgia, lo que le fue concedido por el papa
Bonifacio IX. Una de sus obras de caridad fue la fundación de
numerosos hospitales en Cracovia, Sandomir... asistiendo ella misma
muchas veces con sus manos a los enfermos.
Es venerada en toda Polonia, especialmente en Cracovia; gozó
durante siglos de veneración popular, y de la atribución,
en la práctica, del título de beata, hasta que el 8 de
junio de 1997 el Papa San Juan Pablo II la canonizó formalmente.