SANTA CIRENIA DE TARSO
Siglo III d.C.
1 de noviembre
Las Santas
Cirenia y Juliana, en Tarso, en tiempo del emperador Maximiano. Cirenia
fue presa por mandato del prefecto de Cilicia. No queriendo renunciar a
la religión de Cristo, le rasuraron la cabeza, la montaron en un
asno, y la pasearon por toda la ciudad. Luego desnudándola en
medio de la plaza, se puso ella en oración, y el Señor
cubrió milagrosamente su desnudez. Después la echaron en
un horno encendido en compañía de Juliana, piadosa y
santa mujer de la misma ciudad; y ambas consiguieron en la hoguera la
gloriosa palma del martirio.