SANTA CATALINA DE
BOLONIA
9 de marzo
1463 d.C.
Catalina Vigri nació en Bolonia; a los nueve años fue
enviada a la corte de Ferrara, para que se educara con la princesa
Margarita de Este, como dama de ésta. Creció bien educada
e instruida. Leía y escribía el latín con una gran
elegancia. A los 13 años, después del matrimonio de la
princesa Margarita, consagró su alma a Dios, y con un grupo de
jóvenes, guiadas por la condesa del Verde, Lucía
Mascheroni, entró en el convento de las clarisas de Corpus
Domini de Ferrara, aunque en un principio había ingresado en las
agustinas. En 1432 profesó como clarisa ante san Bernardino de
Siena. Ella misma decía: “Cuando salí del siglo, mi
único objeto fue hacer la voluntad de Dios y para quererlo amar
con amor perfectísimo, y día y noche no pensaba ni
pedía otra cosa, sino que pudiera, supiera y tratara de amar y
conocer a Dios”.
Practicó la
pintura y la música; tocaba el violín maravillosamente
sin haber tomado lecciones. Allí sufrió de
éxtasis: se dice que en una Navidad se le apareció
María y le puso al Niño en sus brazos; profetizó
la caída del Imperio Romano de Oriente. Trabajó en los
oficios más humildes, entre ellos el de panadera y portera, pero
siempre en contemplación con Dios, aunque durante cinco
años sufrió una fuerte purificación, que la
pusieron al borde de la desesperación, pero que supo superar con
la ascesis y la oración. La obediencia y la humildad fueron
siempre para ella fundamentales para la vida espiritual.
Fue maestra de novicias, y enviada como fundadora del monasterio de
Corpus Domini en Bolonia del que fue abadesa hasta su muerte.
Vivió en este cargo hasta cumplir los 50 años, que fue la
edad con la que murió. Antes de morir dejó a su director
espiritual un "Tratado de las siete armas espirituales" y
el libro de "Las Revelaciones o los doce jardines". Su cuerpo
momificado se conserva sentado en una silla del convento de Bolonia, ya
que según la tradición, una vez muerta su cadáver
exhalaba un perfume extraordinario y sus restos tuvieron poderes
taumatúrgicos. La Orden franciscana celebra su memoria el 9 de
Mayo. Fue canonizada por Clemente XI el 22 de mayo de
1712. Patrona de Bolonia.