SANTA CÁNDIDA
MARÍA DE JESÚS CIPITRIA
9 de agosto
1912 d.C.
Se
llamaba Juana Josefa Cipitria y Barriola y nació en el
caserío de Berrospe, en Andoain (Guipuzcoa), en el seno de una
familia pobre. En su niñez fue a vivir a Tolosa y allí
tuvo conocimiento de la espiritualidad ignaciana y con el libro de las “Constituciones” oraba
a san Iganacio: "Santo mio, yo quiero hacer lo que dice ese libro".
Apenas sabía leer y escribir y su instrucción era escasa.
En 1862 deja tierra
vasca, rumbo a Burgos, donde siendo aún joven, tuvo que cuidar
de sus hermanos menores en una familia numerosa, para ello ingresa a
trabajar con la familia del magistrado José de Sabater. A la vez
que daba los primeros pasos en la vida de piedad. Siguiendo a la
familia Sabater, a Valladolid, en el año 1868, en la Iglesia del
Rosarillo, conoce al P. Miguel San José Herranz, sacerdote
jesuita, quien le ayuda a aumentar su actitud de penitencia y
oración, que son dos caminos necesarios para tomar toda
decisión importante, es aquí que siente el llamado a
responder a las necesidades de aquella turbulenta sociedad
española, lo que le lleva fundar una "Congregación con el
nombre de Hijas de Jesús, dedicada a la salvación de las
almas, por medio de la educación e instrucción de la
niñez y juventud".
Con 26 años y
cinco compañeras, fundó en Salamanca, en 1871, la
Congregación de Hijas de Jesús, con una fuerte
espiritualidad ingnaciana. Cambió su nombre por el
Cándida María de Jesús. Su vida transcurrió
entre el gozo y la cruz y la confianza infinita en la Providencia. Una
característica concreta de su espiritualidad fue la confianza en
el poder y la fidelidad de Dios. La nueva Congregación se
encargará de la educación de niñas especialmente
pobres. "Donde no hay sitio para mis pobres, tampoco hay sitio para
mí". En poco tiempo la congregación se expande creando
instituciones a lo largo de España creando escuelas en
Peñaranda de Bracamonte, Arévalo, Tolosa, Segovia, Medina
del Campo, etc.
Murió en
Salamanca diciendo: "Muero tranquilamente tranquila, 41 años de
vida religiosa y no recuerdo un momento que ho haya sido para
Dios". Canonizada por SS Benedicto XVI el 17 de octubre de 2010.