SANTA BONA DE PISA
29 de mayo
1207 d.C.
Se dice que desde muy niña tuvo visiones sobrenaturales, y a los
diez años se consagró a Dios como religiosa
canonesa regular en Pisa. Predijo la fundación de los dominicos.
Fue
una singular peregrina. A los 14 años emprendió su primer
viaje para ver a su padre, que estaba cerca de Jerusalén
luchando en las cruzadas. A su regreso cayó en poder de unos
piratas musulmanes, sufrió heridas, conoció el cautiverio
y finalmente fue rescatada por unos compatriotas pisanos.
Esta aventura la espoleó a lanzarse otra vez a los
caminos, siempre guiada por la fe y la caridad. Roma estaba muy cerca y
no dejará de ir. También marchó a Santiago de
Compostela donde ayudó y asistió a los peregrinos.
Peregrinó a Tierra Santa, y durante 30 años
dirigió varias peregrinaciones a Roma y nueve a Santiago de
Compostela, asistiendo siempre a todos en aquellos viajes de fe y
penitencia. La última enfermedad la sorprendió
por los caminos, y murió en su ciudad natal muy poco
después de su regreso. El
Papa San Juan XXIII confirmó su culto el 2 de marzo de 1962. Es
la patrona de las azafatas italianas. Es patrona de Pisa.