15 de junio
1900 d.C.
Nació en Toan-Kiau, China. Casada con Andrés Ts'oei y
madre de varios hijos, dos de ellos eran seminaristas, mientras que
otro, Vicente, estaba ya casado. Al estallar la persecución,
Andrés se fue a buscar a sus hijos al seminario para
encontrarles un domicilio más seguro. Bárbara, su hijo
Vicente, su nuera y varias otras personas salieron del pueblo en varias
carretas, en una de las cuales, Bárbara logró reunirse
con su marido.
Una banda de bóxers rodeó la carreta en en Ts´ien-Chheng-Tchoang y mataron a varios de ellos, entre los que se encontraba su hijo y su nuera que se negaron a apostatar. Andrés y Bárbara, escondidos presenciaron el martirio, y luego se dieron a la fuga, pero mientras su esposo pudo ponerse a salvo, ella cayó en poder de los bóxers a causa de sus pies malformados, y tras ser atormentada cruelmente consiguió la salvación eterna.
Bárbara era una mujer de sólidas convicciones cristianas, alma de oración y plegaria constante que supo hasta el final dar un limpio testimonio de fe. Su martirio tuvo lugar en Qianshengzhuang, junto a Liushitao, en la provincia de Hebei. Su marido volvió a buscar su cuerpo y le dio conveniente sepultura. De los fieles de su pueblo varios fueron asesinados por los boxers, entre ellos su hijo Vicente y la mujer de éste, pero sólo ella fue incluida en el elenco de los mártires.
Una banda de bóxers rodeó la carreta en en Ts´ien-Chheng-Tchoang y mataron a varios de ellos, entre los que se encontraba su hijo y su nuera que se negaron a apostatar. Andrés y Bárbara, escondidos presenciaron el martirio, y luego se dieron a la fuga, pero mientras su esposo pudo ponerse a salvo, ella cayó en poder de los bóxers a causa de sus pies malformados, y tras ser atormentada cruelmente consiguió la salvación eterna.
Bárbara era una mujer de sólidas convicciones cristianas, alma de oración y plegaria constante que supo hasta el final dar un limpio testimonio de fe. Su martirio tuvo lugar en Qianshengzhuang, junto a Liushitao, en la provincia de Hebei. Su marido volvió a buscar su cuerpo y le dio conveniente sepultura. De los fieles de su pueblo varios fueron asesinados por los boxers, entre ellos su hijo Vicente y la mujer de éste, pero sólo ella fue incluida en el elenco de los mártires.