SANTA BALBINA DE ROMA
31 de marzo
130 d.C.
En el Martirologio Romano anterior a la última
reforma se leía: «En Roma, Santa Balbina, virgen, hija de
san Quirino, mártir, que fue bautizada por el papa Alejandro y
escogió a Cristo como su esposo en santa virginidad;
después de terminar su curso en este mundo, fue sepultada en la
Vía Apia, cerca de su padre.» Este relato, el tradicional
de la santa, desgraciadamente depende de la inserción
completamente gratuita del martirologista Adón, quien
tomó ciertos detalles de las «Actas del papa Alejandro»,
que Beda prudentemente pasó por alto, y usó los nombres
de Quirino, Teodora y Balbina para llenar tres nombres dejados en
blanco en el mes de marzo. Las así llamadas «Actas de
Balbina» son meramente un tardío plagio de las actas
de Alejandro.
Según esta
Actas se dice que era mártir (pero nada nos dice que fuera
así); los más antiguos ponderan su virginidad y su
perseverancia en "servir y agradar a su esposo Jesús, hasta que
acabada en paz esta vida mortal, se fue al descanso de la gloria". La
leyenda dice que era una joven pagana, como su padre, el tribuno
militar san Quirino, quién tenía encarcelado por orden
del emperador, al Papa San Alejandro I.
Como oyera san Quirino, que el pontífice obraba curaciones
milagrosas, le llevó a la cárcel su hija, que
tenía escrófulas o paperas, con el fin de que la sanase;
el Papa accedió a sus súplicas disponiendo que le
quitaran la argolla que llevaba al cuello y que había
pertenecido a san Pedro y se la colocasen a Balbina. Al sanar
repentinamente la muchacha, se convirtieron padre e hija, junto con sus
familiares y todos los demás presos que habían asistido
al milagro. San Alejandro, los bautizó, después de lo
cual instruyó debidamente a Balbina para que conservara su
virginidad como era su deseo. Todos murieron mártires en defensa
de su fe.
Todo lo que sabemos es que a mitad del camino entre la
Vía Apia y la Vía Ardeatina, hubo un monasterio de
Balbina, probablemente llamado así, porque fue construido en las
propiedades de una dama cristiana, llamada Balbina. Por otra parte,
parece que hubo una Balbina, llamada hija de Quirino, pero no puede
haber sido la misma, ya que la primera vivió en época muy
anterior y fue sepultada en la catacumba de Pretéxtato. Balbina
fue honrada en una pequeña iglesia del siglo IV, en el Aventino,
que llevó su nombre, pero es difícil determinar de
cuál Balbina se trataba. La fecha que le asigna el Martirologio (anterior al 595) proviene de que esa
pequeña iglesia es el único dato cierto que tenemos.
Balbina fue muy venerada en la antigüedad.