SANTA ALFONSA DE LA
INMACULADA CONCEPCIÓN MUTTATHUPADATHU
28 de julio
1946 d.C.
Nació en Kudamaloor (India); fue bautizada con el nombre de Ana.
Su familia era católica de rito sirio-malabar. En 1917
frecuentó la escuela elemental de Thonnankuzhy. Acabado el
primer ciclo de instrucción, en 1920, se trasladó a
Muttuchira, a casa de la tía Anna Murickal, a la que su madre la
había encomendado antes de morir, como madre adoptiva. La
tía era una mujer severa y exigente, con tratos
despóticos y violentos exigía de Annakutty la obediencia
a sus más mínimas disposiciones o deseos. Asidua en las
prácticas religiosas, acompañaba a la sobrina, pero no
compartía la amistad de la joven con las Carmelitas del
monasterio vecino, ni sus largas jornadas de oración al pie del
altar. Sin embargo estaba bien determinada a procurar un ventajoso
matrimonio a Annakutty, obstaculizando los claros signos de su
vocación religiosa.
La virtud de la Santa
se manifestó en aceptar esta severa y rígida
educación como una senda de humildad y paciencia por amor a
Cristo, resistiendo tenazmente los reiterados intentos de noviazgo a
los que buscaba obligarla la tía. Para sustraerse al compromiso
de matrimonio, Annakutty llegó al punto de provocarse
voluntariamente una gravísima quemadura, poniendo el pie en
brasas ardientes. El propósito de disimular su singular belleza
no valió del todo para librarla de las atenciones de los
pretendientes. También en los años siguientes la santa
debió defender la propia vocación, incluso durante el
año de prueba, cuando se intentó darla en matrimonio con
la complicidad de la misma maestra de formación.
El 2 de agosto de 1928,
Annakutty iniciaba el Postulantado, en las Franciscanas Clarisas
tomando el nombre de Alfonsa de la Inmaculada Concepción. El 19
de mayo de 1930 fue la vestición religiosa. El período de
1930-1935 estuvo marcado por graves enfermedades y sufrimientos
morales. Pudo enseñar a los niños en la escuela de
Vakakkad sólo el año escolar de 1932-33. Después,
a causa de su debilidad, desempeña la tarea de auxiliar
enseñante y de catequista en la parroquia. Estuvo encargada
también como secretaria, sobre todo para escribir cartas
oficiales, por su hermosa letra. En 1934 fue introducido en la
Congregación de las Franciscanas Clarisas el noviciado
canónico. Deseando comenzarlo de inmediato, la santa, a
consecuencia de su inestable salud, fue admitida hasta el 12 de agosto
de 1935. Casi una semana después de comenzado el Noviciado se
presentaron hemorragias de la nariz y de los ojos, un profundo
agotamiento orgánico y llagas purulentas en las piernas. La
enfermedad se agravó a tal punto que se temió lo peor. El
cielo vino en ayuda de la santa novicia. Durante una novena al beato
Padre Kuriakose Elía Chavara, fue milagrosa e
instantáneamente curada.
El 12 de agosto de
1936, día de su Profesión perpetua, fue de inexpresable
alegría espiritual.«Hice mi profesión perpetua el
12 de agosto de 1936 y vine aquí a Bharanganam el día 14
siguiente. Desde aquel tiempo parece que me ha sido confiada una parte
de la Cruz de Cristo. Ocasiones de sufrir me vienen en abundancia...
Tengo un gran deseo de sufrir con alegría. Parece que mi Esposo
quiere cumplir este deseo». Hubo una serie de enfermedades
dolorosas: una fiebre tifoidea, una pulmonía doble y, lo
más grave, un shock nervioso por el susto al ver un
ladrón, la noche del 18 de octubre de 1940. El estado de
postración física se prolongó cerca de un
año durante el cual no estuvo en grado de leer ni de escribir.
En toda situación sor Alfonsa mantuvo una gran reserva y una
actitud caritativa hacia las Hermanas, soportando en silencio sus
sufrimientos. En 1945 sus enfermedades tuvieron un ataque violento.
Un tumor difundido en todo el organismo transformó su
último año de vida en una continua agonía. Una
gastroenteritis con complicación al hígado le provocaba
violentas convulsiones con vómitos, hasta cuarenta veces al
día. Daba un gran valor al sufrimiento, viéndolo a la luz
del misterio pascual como muerte y resurrección, y este fue su
mensaje, que enseñó no sólo a católicos
sino también a brahmanes y musulmanes que hoy en día
peregrinan a su tumba pidiendo gracias. Su lema fue: "consumarse como
una vela para iluminar a los demás". Murió serenamente.
Su fiesta se celebra en la ciudad de Bharananganan
(India). Canonizada por SS Benedicto XVI el 12 de octubre de 2008.