SAN SIXTO II
257-258 d.C.
Fue
indulgente con San Cipriano, y las dos Iglesias, la de Roma y la de
África, se reconciliaron debido a las terribles persecuciones
ordenadas por el empreador Valeriano. El Papa fue arrestado mientras
oficiaba la Misa y decapitado en un cementerio. El primer
diácono, Lorenzo, que, previendo la confiscación de los
bienes de la Iglesia, los había repartido entre los pobres, fue
colocado en una parrilla y quemado vivo. Muchos mártires
perecieron aquel año.
Las vidas y hazañas de Sixto y de Lorenzo figuran
en los famosos frescos que el Beato Angélico pintó en la
capilla de Nicolás V, en el Vaticano. Rafael inmortalizó
también la figura de este Papa en sus pinturas de la Capilla
Sixtina.
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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)