SAN SIRENO DE SIRMIO
23 de febrero
303 d.C.
En Sirmio, en Panonia,
san Sireno, mártir, de oficio hortelano, que fue denunciado por
una mujer a la que había reprochado su lascivia, y por haber
declarado ante el juez su condición de cristiano y por negarse a
sacrificar a los dioses, fue decapitado.