SAN SENADOR DE
MILÁN
29 de mayo
480 d.C.
La
mayoría de los datos que tenemos sobre la vida de san Senador de
Milán o de Settala, nos han llegado de mano del obispo de
Pavía, san Enodio que en sus escritos lo describe como “hombre
de gran elocuencia y sagacidad”.
Senador fue un presbítero milanés, cuya
carrera eclesiástica estuvo ligada al que será su
verdadero director espiritual, san Abundio, obispo de Como, al que
acompañará en la mayoría de sus peregrinaciones:
en el 450 fue enviado por san León Magno como legado pontificio
a Constantinopla para notificar al patriarca constantinopolitano y al
emperador la condena del Papa de la herejía eutiquiana.
De regreso de la capital imperial, siempre junto a san
Abundio, fue encargado de entregar al arzobispo milanés, san
Eusebio, una misiva del Papa León. En el 451, todavía
junto al obispo de Como, asistió a un sínodo en
Milán en el que participaron los 16 obispos de todo el norte de
Itala, y donde tuvo que informar sobre el viaje a Oriente.
Fue nombrado arzobispo de Milán. Gobernó
tres años dicha diócesis y se preocupó de forma
especial del cuidado espiritual y material de la diócesis. Se le
atribuye la construcción de la iglesia milanesa de Sant’Eufemia,
donde se celebró el IV Concilio Ecuménico en el que se
condenó la herejía eutiquiana. Murió probablemente
el año 480. La iglesia de Santa Eufemia, guarda sus reliquias.