SAN SANSON DE DOL
28 de julio
565 d.C.
Nació en Gales. Su padre, Amón, era originario de la
provincia de Dyfed y su madre, Ana, de Gante. El nacimiento del
niño fue la respuesta del cielo a las incesantes oraciones de
sus padres. Por ello, cuando Sansón tenía apenas cinco
años, sus padres le consagraron a Dios en el monasterio fundado
por san Iltuto en Llantwit de Glamorgan, que fue un verdadero almacigo
de santos. Sansón fue desde el primer momento muy virtuoso, de
inteligencia despejada y de gran austeridad de vida. San Dubricio le
ordenó primero diácono y después sacerdote. Como
Sansón era todavía muy joven, ello despertó la
envidia de dos monjes que eran hermanos entre sí y sobrinos de
san Iltuto, ya que uno de ellos aspiraba a suceder a su tío en
el gobierno del monasterio. Dichos monjes trataron de envenenar a
Sansón, pero el veneno no le produjo efecto alguno. Entonces,
uno de los dos hermanos se arrepintió. El otro fue
víctima de un ataque en el momento en que recibía la
comunión de manos de su victima, pero las oraciones del santo le
restituyeron la salud. Sansón obtuvo permiso de trasladarse a
una isla en la que había un monasterio gobernado por un tal
Piro. Se cree que se trataba de la isla de Caldey, frente a la costa de
Pembrokeshire. Ahí, el santo "pasaba día y noche en
oración y comunión con Dios y llevaba una vida de
admirable paciencia y recogimiento y, sobre todo, de gran amor de Dios.
Empleaba el día entero en el trabajo manual, con la mente puesta
en Dios." Como el padre de Sansón sintiese que se acercaba la
hora de su muerte, mandó llamar a su hijo. Este se
resistió al principio a volver al mundo, pero Piro le
reprendió y le dio a un diácono por compañero.
Cuando Sansón administró los sacramentos a su padre,
éste recobró la salud. Entonces el padre y la madre del
santo determinaron abandonar el mundo. Después de encontrar
acomodo a su madre en un convento, Sansón regresó a la
isla con su padre, su tío Umbrafel y el diácono que le
había acompañado. San Dubricio había ido a la isla
a pasar la cuaresma, según la costumbre de la época y,
cuando se enteró de las maravillas que había obrado
Sansón durante el viaje, decidió llevarle consigo a su
monasterio. Poco después falleció Piro y Sansón
fue elegido abad. Viviendo casi en completa clausura, Sansón
consiguió restablecer poco a poco la disciplina en el
monasterio. También hizo un viaje a Irlanda y dejó a
cargo de Umbrafel un monasterio que se le confió en aquel
país. A su vuelta a la isla, renunció al cargo de abad y
se retiró con su padre y otros dos monjes a una ermita de las
cercanías del río Severn.
Pero la paz se vio
pronto turbada en aquella soledad, ya que Sansón fue nombrado
abad del monasterio que, "según se dice, había fundado
san Germán." Poco después, san Dubricio le
confirió la consagración episcopal. La víspera de
la Pascua, Sansón tuvo una visión en la que se le
ordenó que partiese al otro lado del mar. Así pues, se
trasladó a Cornwall con sus compañeros; al cabo de un
"viaje feliz, con viento favorable", desembarcó en los
alrededores de Padstow. Inmediatamente, se dirigió al monasterio
de Docco (actualmente de San Kew). En cuanto los monjes supieron que se
hallaba en las cercanías, enviaron al hombre más prudente
del monasterio, Winiaw, quien poseía el don de profecía,
para que saliese a su encuentro. Ello no significa que le hayan
recibido particularmente bien, ya que, cuando Sansón
decidió quedarse en el monasterio, Winiaw le indicó con
gran tacto que no lo hiciese, "pues nuestra observancia ya no es la que
solía ser. Prosigue tu camino en paz..."
Sansón
interpretó esas palabras como una señal de Dios y
atravesó todo Cornwall en una carreta que había llevado
de Irlanda. En el distrito de Trigg convirtió a muchos
idólatras al resucitar un niño que se había
caído del caballo. Fundó una iglesia en Southill y otra
en Golant, siguió el río Fowey hasta la desembocadura y
ahí se embarcó con rumbo a la Bretaña, dejando al
cuidado de su padre el monasterio de Southill. No es imposible que
durante su larga estancia en Cornwall haya visitado las Islas Scilly,
ya que una de ellas tomó el nombre del santo.
Los biógrafos de Sansón hablan, sobre todo, de los
milagros que realizó en la Bretaña. Viajó por toda
la región predicando el Evangelio y llegó hasta las Islas
del Canal; uno de los pueblecitos de Guernsey lleva su nombre.
Igualmente fundó dos monasterios: uno en Dol y otro en Pental,
en la Normandía. El santo fue uno de los que ayudaron al
legítimo príncipe Judual a recobrar el trono que le
había arrebatado su rival, Conmor, el año 555. En una
visita que hizo a París, Sansón atrajo sobre sí
las miradas del rey Childeberto; según se cuenta, el monarca le
nombró obispo de Dol. Probablemente nuestro santo fue el
"Sansón, Pecador, Obispo" que firmó las actas del
Concilio de París el año 557. Pero es cierto que Dol no
constituyó una sede episcopal regular sino hasta el siglo IX.
San Sansón murió apaciblemente entre sus monjes.