Maestro
espiritual de san Benito de Nursia, cuando éste se encontraba
retirado en Subiaco. Allí Romano le enseño todos los
secretos de la vida ascética, y al mismo tiempo le ayudó
a mantener su presencia ignorada por el resto de los hombres.
Romano
luego, (de 523) represento san Benito en Subiaco, y se dice haber ido
luego a Gaul y haber fundado un monasterio pequeño en
Dryes-Fontrouge, donde murió y era venerado como santo.
Una
leyenda dice que cuando supo que Benito era abad de Montecasino, se
marchó a Auxerre, donde fundó un monasterio y
murió; pero sabemos que este maestro y bienhechor de Benito, no
salió de la soledad de Subiaco.