SAN RICARDO REYNOLDS
4 de mayo
1535 d.C.
Ricardo Reynolds (1492 - 1535). Nació en Devon
en 1492. Estudió en el Christ's College de Cambridge; fue
elegido miembro del colegio del Corpus Christi en 1510 y, en el 1513,
se diplomó en Teología y fue nombrado predicador de la
universidad. En el mismo año hace los votos como monje
brigidiano en la abadía de Sión en Isleworth, un cenobio
famoso por su santidad y por el clima intelectual que reinaba. El
cardenal Pole testimoniaba que "no sólo era un hombre de vida
santísima, sino que era el único monje inglés que
conocía bien las tres lenguas fundamentales, esto es el
latín, el griego y el hebreo”. El Registro de la biblioteca del
monasterio de Sión, expone que había 94 volúmenes
que le eran atribuidos y fue indudablemente una eminente personalidad
del Londres de aquel tiempo.
En
1535 fue encarcelado en la Torre de Londres por rechazar prestar el
juramento de supremacía. El 28 de Abril durante el proceso,
manifestó su oposición a una injusta ley contraria a su
fe: "Porque quiero estar a bien con mi conciencia y la de aquellos que
están aquí conmigo, yo declaro que nuestra fe tiene mayor
peso y está sostenida por mayores testimonios que la vuestra,
porque los pocos testimonios que habéis conseguido del
Parlamento de un solo reino, yo tengo de mi parte a todo el mundo
cristiano". Un testigo ocular le describe como "un hombre de semblante
angélico, amado por todos, y lleno del Espíritu Santo".
Cuando
estaba próximo su martirio, pidió que se retrasara
algunos días para poder "preparar su alma para el encuentro de
la muerte como convenía a un religioso y a un buen cristiano".
El cardenal Pole, en su Defensa de la unidad de la Iglesia, escribe:
"No puedo dejar de notificar sobre uno de estos mártires; es
Reynolds al que he conocido íntimamente; fue un hombre que, por
la santidad de su vida, puede ser parangonado a los primeros que fueron
ejemplo y guía de otros... estaba establecido que el
debía dar testimonio de la verdad con su propia sangre. Lo hizo
verdaderamente... y con tal firmeza que, según ha tenido
constancia de algún testigo ocular, ofreció la cabeza al
tajo como si fueran a colocarle una corona real más que una
muerte ten terrible".