SAN RANIERO DE PISA
17 de junio
1161 d.C.
Nació en Pisa y era hijo de un rico mercader. Raniero Scacceri
era tañedor de lira que alegraba todas las fiestas mundanas de
Pisa. Un día, con 19 años, se encontró con Alberto
de Córcega, el cual después de haber renunciado a todos
sus bienes, se fue en peregrinación a Tierra Santa. Raniero
entendió que en ello había mucho mérito y le dijo:
"Cuando estés en Tierra Santa, reza por mi; por Raniero de
Pisa".
Pronto se convirtió y cambió de vida, hizo
penitencia y confesó sus pecados con tanto dolor que se le
tomó por loco y fue abandonado por sus familiares. Vivió
solo, orando y ayunando. En 1140 partió como peregrino a
Palestina y allí ayunó durante 40 días en el monte
de la Cuaresma y vivió 13 años en Jerusalén en la
basílica del Santo Sepulcro, dedicado a la oración. Pero
sintió que una voz le mandaba regresar a su tierra natal.
Regresó a Pisa en 1153, rodeado de fama de santidad
por los muchos milagros que Dios operó a través de su
mano en Tierra Santa. Fue acogido por los canónigos de la
Catedral y por el pueblo, quienes estaban al corriente de su admirable
vida. Vivió un año en calidad de oblato en el monasterio
de San Andrés, en Chinseca, y de ahí se transfirió
a San Vito, donde desarrolló una intensa actividad
apostólica con la venia del clero, predicando como simple laico
y obrando numerosas conversiones. Tanta era su fama de santidad que a
su muerte, fue súbitamente proclamado santo, y ese día
fue declarado fiesta de precepto. Su vida está llena de leyendas
y milagros imaginarios. Es el patrón de Pisa.