SAN RAINALDO DE NOCERA
9 de febrero
1217 d.C.
Nació en el castillo de Postignano, en el seno de una familia
alemana de Nocera Umbra. Era heredero del feudo de Postignano;
recibió, por lo tanto una educación elevada. Sin embargo
a los veinte años decidió consagrarse a Dios y llevar
vida eremítica en el monte de Gualdo, el Serrasanta,
célebre per la presencia de hombres que buscaban vivir
«una vida eremítica perfecta». Sin embargo luego se
unió a los monjes camaldulenses de Fonte Avellana, para buscar
la voluntad de Dios en la sujeción a un superior. Aquí se
acreditó de tal modo en su fama de piedad que hacia 1209 o 1212
fue nombrado prior.
Sin embargo, no
ejerció por mucho el priorato, ya que conocido y estimado por el
Papa Honorio III, fue nombrado ayudante del obispo de Nócera,
Hugo, en ese mismo año, ejerciendo para todos los efectos las
tareas de titular de la diócesis, hasta que en 1213 quedó
como titular. Como tal, dio un alto ejemplo de responsabilidad
pastoral, no dudando en excomulgar a quienes habían profanado la
iglesia de un pueblo.
Adoptó en la casa episcopal a un niño huérfano del
lugar, a quien atendía con los honores correspondientes al
propio Jesucristo. «Llevó una vida perfecta, permaneciendo
como cuando vivía en el monasterio en cuanto a ayunos, vigilias
y oraciones, dedicándose a Dios, y ocupado en el cuidado
episcopal del culto divino, y del socorro a las personas más
pobres y necesitadas» (“Legenda Minor”). Fue muy amigo de
san Francisco de Asís. Pero su episcopado no fue largo, porque
el 9 de febrero de 1217 moría, dejando fama de santidad en el
pueblo, que enseguida lo tuvo por santo. Patrón de la
iglesia catedral de Nocera, donde está enterrado. Tiene
culto local.