La autorizada Bibliotheca Sanctorum informa solo unas pocas notas a este santo: su cuerpo fue guardado en la basílica del s. Lorenzo en Tivoli, pero no sabemos casi nada sobre él y que su nombre fue incluido en el Martirologio Romano por Cesare Baronio.

   Al mismo tiempo, plantea la hipótesis de que es el obispo mártir homónimo de Siscia en Croacia, que es venerado el mismo 4 de junio; y de este último damos algunas noticias. El obispo de Quirino, en el año 309 durante la persecución de Diocleciano, fue arrestado por el principal Massimo e inducido a sacrificar a los dioses, según lo prescrito por el edicto imperial; se negó con decisión y, por lo tanto, fue azotado y encerrado en la cárcel, donde pudo convertir al custodio Marcello.

   Después de tres días, fue dirigido por el decano de Panonia Amanzio, quien, después de haberle pedido inútilmente que obedeciera, lo arrojó al río Sava con una piedra atada al cuello. Los cristianos tomaron el cuerpo y lo enterraron en Savaria cerca del lugar del martirio; hacia el comienzo del siglo V el cuerpo de s. Quirino fue trasladado a Roma y colocado en un mausoleo conocido como Platonia, detrás del ábside de la Basílica de San Sebastiano en la Via Appia y aquí fue venerado durante los dos siglos siguientes, como atestiguan los "Itinerarios" de la época.

  Las reliquias de San Quirino fueron donadas por el beato cardenal Alfredo Ildefonso Schuster en febrero de 1933 a la entonces Colegiata (ahora Basílica Menor Romana) San Giuseppe en Seregno (MB) donde todavía se venera a San Quirino en el altar del Santo Crucifijo y en la semana de su fiesta expuesta a la devoción de los fieles.

   Un nombre ampliamente utilizado entre los romanos, que se convirtió en el apodo de Romulus, fundador de Roma, elevado a la divinidad. Varios santos, en su mayoría romanos y romanos, tomaron su nombre. El nombre originalmente designaba a los Sabinos, Quirites y por lo tanto al pueblo romano en su conjunto.