SAN PROTADIO DE
BESANCON
10 de febrero
624 d.C.
Sucedió a San Nicecio de Besançon, en la sede de Vesoncio
(hoy Besançón) en Burgundia; Clotario II solía
consultarle sobre todas las cuestiones importantes. Ha dejado su
impronta en la historia de su diócesis como un pastor
misericordioso hacia los demás y riguroso consigo mismo. Cada
uno de sus fieles era como un hijo amado.