SAN PROCOPIO DE CESAREA
8 de julio
303 d.C.
Nació en Scitópolis. Hijo de santa Teodosia. Catequista,
exorcista y lector de la Iglesia de Jerusalén. Las Actas de
su martirio están recogidas por Eusebio de Cesarea, que dice:
"El primero entre los mártires de Palestina fue Procopio, hombre
lleno de la gracia celestial, el cual antes del martirio, había
reglamentado tan bien su propia vida que, desde la infancia, se
había volcado a la castidad y a la práctica de todas las
virtudes. ... La meditación de la palabra divina ocupaba de tal
manera su espíritu, de quedarse inmerso día y noche, sin
cansarse nunca. Lleno de bondad y dulzura, se tenía por el menor
entre todos, y con su humildad edificaba a todos. La palabra de Dios
era su estudio". Ante el gobernador Flaviano testimonió: "No hay
dioses; no hay más que un sólo Dios, Creador de todas las
cosas". Fue decapitado en Cesarea, durante la persecución de
Diocleciano, otros autores dicen que durante la de Decio. En torno a
él se ha tejido una leyenda que no tiene nada que ver con la
realidad.