Obispo
de Rieti, citado en los "Diálogos" de San Gregorio Magno, que
narra que cuando estaba en el lecho de muerte se le aparecieron los
santos Juvenal y Eleuterio. No tenemos ningún detalle de su vida,
pero san Gregorio Magno en sus "Diálogos", nos dice
cómo fueron sus últimos momentos. Cuando cayó
gravemente enfermo, su padre, Máximo, los médicos y
servidores se acercaron al lecho.
Pero el paciente, que
aún permanecía más atento a las necesidades de los
demás que a las suyas propias, les invitó a que fueran a
comer, pues había llegado ya la hora. No quiso que se quedara
con él nadie más que un criado que les avisaría en
caso de necesidad.
Apenas se
habían retirado, cuando el servidor vio entrar a dos personajes
vestidos de blanco. "Nada temas, le dijo Probo al joven, que ya
comenzaba a dar voces, asustado, son los dos mártires Juvenal y
Eleuterio que vienen a buscarme". El joven se apresuró a llamar
a los médicos y al padre del moribundo; pero cuando éstos
llegaron, le encontraron muerto. Los dos mensaje ros del cielo se
habían llevado consigo el alma del santo Obispo.
En seguida, fue Probo venerado como un santo y su nombre se menciona en
dos fechas: el 15 de enero y el 15 de marzo. En el siglo XIII, Honorio
III dedicó la iglesia catedral de Rieti a la Asunción de
Nuestra Señora y colocó en la cripta los restos de san
Probo con las reliquias de otros Santos.