SAN POTITO
14 de enero
160 d.C.



   Era un adolescente de 13 años, natural de Cerdeña. Se convirtió sin que su padre lo supiera pero, cuando lo supo, lo encarceló pero al poco tiempo fue liberado. La leyenda le rodeó de milagros, hasta que apareció en Roma. Por ejemplo, así narra Beda su martirio: “Primero fue golpeado con látigos, luego suspendido en el potro, por orden del emperador desgarrado y arrojadas sus partes a los perros, que no conseguían tocarlo. Por esto se ordenó freirlo en una sartén, y lo fue en plomo fundido, después se lo empaló en una barra de hierro. Y puesto que fue arrebatado por el ángel, ordenó el emperador que se le cortara la lengua y se le quitaran los ojos. Y como ni aun así pudo ser vencido, se le mandó arrancar del todo la cabeza”.

   El lugar de su martirio es incierto a causa de la difusión de su culto en Italia, algunos manuscritos parece que han confundido Sárdica con Sardegna (actual Cerdeña), y allí fue a parar el santo, de Bulgaria a la Italia occidental, que reclama hasta hoy ser su cuna, también se dice que murió mártir en Áscoli cuando se comprobó que sus milagros eran obra del Dios cristiano y no de arte de magia. 

   El culto de san Potito está ampliamente difundido en Cerdeña y en la Campania italiana -Benevento, Nápoles-, y en Tricarico, ciudad y diócesis de la que es patrono, también es patrón de Áscoli.

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(Pbro. José Manuel Silva Moreno)