SAN PEDRO SANS Y JORDA
26 de mayo
1747 d.C.
Natural
de Ascó (Tarragona), diócesis de Tortosa. Ingresó
como dominico en Lérida en 1697 con el nombre de Pedro
Mártir, en honor del primer mártir canonizado dominico.
Ordenado sacerdote en 1704. Combativo predicador marchó como
misionero primero a Manila (1712) y después a China;
alcanzó un excelente dominio del chino. Desde 1715 su labor
evangélica en Fukien fue exitosa. En 1730, fue Vicario general
en el celeste Imperio y obispo titular de Mauricastro; en 1732, el
emperador desterró a los misioneros y Pedro se retiró a
la base de Macao. En 1738 emprendió con cuatro compañeros
una expedición altamente arriesgada, y en poco tiempo pudieron
fundar numerosas iglesias y convertir a muchos al cristianismo, sobre
todo, mujeres.
En
1746 se dejó capturar espontáneamente para evitar
represalias contra los cristianos, fue detenido, junto con sus
compañeros los santos Francisco Serrano, Joaquín Royo,
Juan de Alcober y Francisco Díaz. Tras soportar larga y dura
prisión muere decapitado en Futhsou el 26 de mayo de 1747,
habiendo destacado por su gran humildad, audacia y fervor misionero. Un
año más tarde morirían también decapitados
sus compañeros. Fue canonizado por Juan Pablo II el 1 de
octubre de 2000.