SAN PEDRO ESQUEDA
RAMIREZ
22 de noviembre
1927 d.C.
Nació en San Juan de los Lagos (Jalisco) en el seno de una
familia humilde. Fue aprendiz de zapatero hasta que ingresó en
el seminario menor de su ciudad natal, y en 1908 pasó al
seminario mayor de Guadalajara. En 1914, el seminario fue clausurado,
pero él ya era diácono y volvió a la parroquia de
su pueblo donde ayudó como diácono. Fue ordenado
presbítero en Guadalajara en 1916.
Fue vicario en su
pueblo natal. El ministerio al que se dedicó con verdadera
pasión fue a la catequesis de los niños. Fundó
varios centros de estudio y de formación para catequistas. Fue
muy devoto del Santísimo; y en plena revolución mejicana,
organizó a las familias para que no les faltara la guardia
perpetua del Santísimo Sacramento. Organizó la Cruzada
Eucarística.
Cuando llegó la
persecución, se quedó en su pueblo, ejerciendo
ocultamente el ministerio sacerdotal. Estaba refugiado en la casa de la
familia Macías, y al darse cuenta de que no podía seguir
allí más tiempo se refugió en
Jalostotitlán, Jalisco, en 1927. Pero no pudo aguantar la
distancia de sus fieles y regresó a su parroquia, sin
preocuparse del peligro que suponía su regreso. Conociendo que
el arresto era eminente, no quiso huir, sino que dijo la misa y en voz
baja hizo un canto al Sagrado Corazón de Jesús.
A
media mañana, los soldados rodearon la casa. Intentó
esconderse, pero fue localizado y sacado a golpes. Fue arrestado y
llevado a un cuarto oscuro de la casa cuartel, donde fue azotado y
torturado, y antes de ser ejecutado, le siguieron un grupo de
niños a los que repetía: "No dejes de estudiar el
catecismo, ni dejes la doctrina cristiana por nada" y en un pedazo de
papel escribió la últimas recomendaciones para las
catequistas. Lo llevaron a Teocaltitián, donde se cayó
por las escaleras y se fracturó un brazo, quisieron quemarlo
vivo, pero como no podía subir; entonces, el coronel le
disparó tres balazos en la cabeza. Los fieles recogieron su
cadáver y lo sepultaron en la iglesia de su pueblo.