SAN PEDRO DE TREVI
1050 d.C.
30 de agosto
Nació en Rocca di Botte, junto a Carsoli en los Abruzzos.
Vivió en su pueblo hasta que tuvo que abandonarlo por culpa de
un matrimonio, preparado por sus padres, al que no quería
someterse. Se marchó a Tívoli donde estudió en la
escuela de un tal Cleto. Su maestro cuando observó que
había alcanzado la adecuada preparación, lo
presentó al obispo de Tívoli, Gregorio, el cual le
confirió la tonsura, una cruz de hierro y la misión de
predicar la religión entre los habitantes de varios pueblos de
la diócesis.
Regresó a Rocca di Botte y, en los dos años
sucesivos, predicó allí y en las localidades vecinas,
como Carsoli, Vallinfreda, Tufo, Cervara, Poggio Cinolfo...
después tuvo una visión en la que se le aparecieron
Cristo y María que le pidieron que llevara más
allá su palabra.
Llevó su apostolado a Subiaco, donde vivió
cinco meses como huesped de la iglesia de San Abundio, hoy catedral del
lugar; de Subiaco subió por la rivera del rio Aniene, y
llegó a la antigua diócesis de Trevi, después
suprimida en 1059-61, donde vivió en un tugurio situado debajo
de una escalera de piedra y de allí continuó su
misión de apóstol itinerante. Murió todavía
joven en Trevi.
En el 1215 fue proclamado santo por el obispo de Anagni
con la autoridad del Papa Inocencio III. El centro del culto al santo
está en Trevi, donde el cuerpo se conserva en la Colegiata, y de
cuya ciudad es protector; sus reliquias se esparcieron por todos los
pueblos donde mayormente se movió, comenzando por Rocca di
Botte.