SAN PEDRO DE
ALEJANDRÍA
25 de noviembre
311 d.C.
Natural de Alejandría; de joven confesó a Cristo durante
las persecución de Diocleciano; fue elegido jefe de la escuela
catequista y combatió el extremismo de Orígenes.
Patriarca de Alejandría en el 300, y como tal figura entre los
contendientes del cisma de Melecio; fue uno de los primeros en
descubrir la peligrosidad de la doctrina de Arrio. Jesús se le
habría aparecido de pie sobre el altar, con los rasgos de un
niño de 12 años, vestido con una túnica larga
rasgada en el pecho. “Señor -le dijo- ¿quién te ha
desgarrado la túnica?. Fue Arrio quien me ha desgarrado
-respondió Jesús-. Cuidado, no lo admitas en
comunión. Te hablarán en su favor, no dejes que te
convenzan”.
Se dice de él que fue "Ejemplar divino de los
maestros de la piedad cristiana". Escribió: “Sobre la
divinidad”. “Sobre la venida del Salvador”. “Sobre el
alma”. “Sobre la resurrección”. “Sobre la
penitencia”. “Sobre la Pascua”. “La carta a los
alejandrinos sobre Melecio”. Fue martirizado durante la
persecución de Galerio Máximo; los coptos lo llaman "el
sello y el cumplimiento de la persecución" porque fue el
último cristiano ejecutado en Alejandría por el mperio.