SAN PEDRO CH'OE HYONG
9 de marzo
1866 d.C.
En el pueblo de Nei-Ko-Ri en
Corea, santos Pedro Ch’oe Hyong y Juan Bautista Chon Chang-un,
mártires: padres de familia, administraron el bautismo y
editaron libros cristianos; sometidos por esto a tortura, persistieron
con constancia en la fe hasta tal punto de suscitar la
admiración de sus perseguidores.
Pedro Ch’oe Hyong había nacido en 1809 en
Gongju, Chungcheong-do, Corea del Sur. Pertenecía a una familia
de cristianos. Cuando el padre san Pedro Filiberto Maubant,
llegó a Corea, se fijó en Pedro como un secretario digno
por su piedad e inteligencia; y este correspondió
sirviéndolo hasta el martiro del misionero.
Hacia el final de la
persecución de 1839 Pedro fue apresado como tantos otros, por
ser cristiano; pero en ese caso los espías se limitaron a
conseguir dinero por medio de extorsiones, que era una práctica
habitual de los funcionarios intermedios en época de
persecución: pedir rescate a los familiares y amigos.
Tras el martirio de
Maubant pasó al servicio de san Andrés Kim, a quien
también servirá hasta el martirio del sacerdote, en 1846.
En este tiempo contrajo matrimonio, y se instaló en la capital
con un pequeño comercio. Allí continuó
catequizando, exhortando -con doctrina y ejemplo- a la fidelidad al
evangelio, y realizando una tarea necesaria: copiar libros religiosos.
A la llegada del padre
San Simeón Francisco Berneux en 1855 Pedro se puso a
disposición del nuevo obispo, y éste lo entusiasmó
con un proyecto importante para la misión: montar una imprenta.
En cuatro años de trabajo, Pedro llegó a imprimir y
distribuir millares de libros utilizados en la catequesis.
Con el juicio del P. Berneux llegaron a manos de los jueces algunos de
esos ejemplares, y los espías se encargaron de seguir el rastro
de los títulos hasta dar con un traidor que denunció a
Pedro. La prisión del obispo y la pesquisa sobre los libros puso
en guardia a Pedro y pudo esconderse, pero el cerco se fue cerrando
sobre él, hasta que finalmente fue apresado.