SAN PABLO DE
TROIS-CHATEAUX
1 de febrero
405 d.C.
Nació en Reims y era galo-romano; estaba casado y a causa de las
invasiones bárbaras se vio obligado a refugiarse en Arles,
allí deseando una mayor vida de perfección y de
acuerdo con su mujer, vivió como ermitaño y su
mujer se retiró a un monasterio. Fue elegido obispo de
Trois-Chateaux ("Augusta Tricastrinorum") una diócesis hoy
desaparecida en el Delfinado y que la ciudad ha tomado el nombre de
nuestros santo: Saint-Paul-Trois-Châteaux.
Se dice que su elección estuvo presidida por un milagro:
floreció con margaritas un palo seco para indicar al elegido.
Durante siglos se veneró en Trois-Châteaux las reliquias
del santo, incluyendo el palo del milagro, hasta que en 1535 (por el
conde de Lamarche) o 1561 (por los Hugonotes) fueron destruidas. Sin
embargo durante mucho tiempo las fiestas patronales incluyeron el
ofrecimiento de frutos y flores al santo, colocados junto a una vara
seca.