Pablo
Aureliano fue el hijo de Perplises, jefe británico. Nació
en Penychen (o en otro lado), en Gales del Sur. En la escuela
monástica de Llantwit Major a la cual pidió ser enviado,
tenía por compañeros a los santos David de Gales,
Sansón de Dol y Gildo “el Sabio”: esto sucedía en Ynys
Byr, en tiempos de san Iltuto. Cuando cumplió 16 años, su
patrón le permitió retirar se a un lugar solitario, pero
en otro lado (¿Llanddeeusant, en Carmarthenshire?). Pablo se
dirigió a un sitio donde construyó unas celdas y una
capilla. Allí llevó durante varios años una vida
de oración, meditación y estudio; después fue
ordenado sacerdote y reunió a doce compañeros para
llevarlos consigo a vivir en celdas cercanas a la suya. De su retiro
fue sacado a un mundo de problemas por el rey Marco, quien le
pidió que se trasladara a la "Villa Bannheddos" y evangelizar a
su pueblo. Esto lo hizo con tan buen éxito, que todos quisieron
elegirlo obispo; pero él no aceptó.
A pesar de todo el
santo partió con sus doce compañeros y llegó a la
costa de Armorica o Britania. San Pablo y sus discípulos
llegaron a la isla de Ushant o Caldey, al lugar que ahora se llama
Porz-Pol. Allí construyeron celdas y vivieron felizmente durante
un tiempo. Al llegar al continente, se internaron y se establecieron en
Ploudalmezeau. Luego Pablo, se dirigió al señor del
distrito, un buen cristiano llamado Withur, quien se hizo amigo suyo y
les dio la Isla de Batz, donde se estableció Pablo y
construyó un monasterio. Se cuentan relatos maravillosos sobre
los beneficios que dispensó el santo.
La gente que
había sido beneficiada con las enseñanzas y los milagros
de san Pablo, comenzó a pedirlo como obispo. Childeberto le
nombró primer obispo de León en la Bretaña
francesa que hoy es la actual diócesis de Quimper Cornualles. El
nombre del "Oppidum" Ouismour donde se hallaba su sede, se
cambió a Saint-Paul-de-Léon, en su memoria. Ahí
llevó la misma vida austera de antes, alimentándose
sólo de pan y agua, con excepción de los días
festivos, en los que comía un poco de pescado. Parece que Withur
le cedió su casa en la Isla de Batz, como monasterio para sus
monjes. Ahí gustaba de retirarse el santo obispo para dedicarse
a la oración y contemplación. Vivió hasta edad muy
avanzada y renunció a su cargo algunos años antes de
morir. Terminó sus días en el monasterio de Batz, luego
de haber visto morir a dos obispos que él mismo consagró
para que le sucedieran. San Pablo gozaba del don de profecía y
previó las incursiones de los nórdicos, según
Wrmonoc, el testigo que relata los últimos momentos del santo en
forma sencilla y emocionante.