SAN OTON DE BAMBERG
30 de junio
1139 d.C.
Nació en Mistelbach en el seno de una noble familia sueva.
Renunció al porvenir militar que le ofrecía su familia,
para entregarse a la santificación del mundo, mediante el
ministerio sacerdotal. Tras una carrera eclesiástica como
canciller y guardasellos imperial, fue nombrado obispo de Bamberg, en
el momento de la lucha de las investiduras, por el mismo Enrique IV;
fue a Roma, donde el Papa confirmó su nombramiento. Fue muy
estimado por todos, nobles y clérigos.
En 1109 fundo el monasterio de Prüfening, que unos
años más tarde asignó a los monjes reformados de
Hirsau. Los emperadores Enrique IV y Enrique V, lo nombraron delegado
del Imperio ante el Papado, por sus grandes dotes diplomáticas,
y para solucionar las rencillas que había entre ambos poderes.
Evitó los cismas mediante la paz, ya que tuvo mucho que ver en
el concordato entre la Iglesia y el Imperio de la llamada Dieta de
Worms (1122).
A petición del rey de Polonia Boleslao III, se
lanzó a evangelizar Pomerania del río Oder (1124),
culminando el trabajo del obispo Bernardo (monje español enviado
por el papa Calixto II). Miles de conversiones y decenas de iglesias,
fueron su fruto misionero, además de la cristianización,
y culturización de la región. Ha pasado a la historia
como el evangelizador de Pomerania. Como obispo de Bamberg se
distinguió por una intensa política de promoción
de los “burgenses”. Murió en Bamberg. Fue canonizado por el
Papa Clemente IIII el 29 de abril de 1189.