Nacido
en las
cercanías de Clonenagh, Irlanda, Oengo fue educado en escuela
monástica, fundada por san Fintano, no lejos del poblado de
Mountrath. Se convirtió en ermitaño, vivió por un
tiempo en Disertbeagh, donde, en las laderas de Nore, se decía
que hablaba con los ángeles. De su amor a la oración y
soledad, a él se le llamó el “Kéléde”;
en otras palabras, el Ceile Dé, o "Vasallo de Dios."
No satisfecho
con ser ermitaño, donde quedaba a solo una milla de distancia
del poblado Clonenagh, y, por lo tanto, propenso a ser perturbado por
estudiantes o transeúntes, Oengo se reubicó a un lugar
más solitario a 8 millas de distancia. Este lugar tan alejado,
dos millas sureste del poblado de Maryborough, se llamó en honor
a él "el desierto de Aengus", ó "Dysert-Enos".
Aquí construyó un pequeño oratorio sobre las
montañas Dysert, que eran ruinas abandonadas de una
Iglesia.
Su
biografía más antigua (s.IX) relata sus increíbles
privaciones practicadas por Oengo en su "desierto", y a pesar que
buscaba estar lejos de los hombres, su fama atraía a muchos
visitantes. El resultado fue que el buen santo abandonara su oratorio
en el Desierto-Enos, y, después de algún tiempo de andar
deambulando, llegó al monasterio de Tallaght Hill, cerca de
Dublín, en ese entonces gobernado por san Mael-Ruain.
Ingresó como hermano laico, ocultando su identidad, pero san
Mael-Ruain pronto lo descubrió, y trabajo junto con él en
la obra conocida como el “Martyrologio de Tallaght”, en el año 790. Este
es un catálogo en prosa de los santos irlandeses, y es el mas
antiguo de los martirologios irlandeses.
En el
año 805, Oengo terminó su famosa “Félire”,
una obra poética de los santos de Irlanda, una copia de la cual
esta en la Leabhar Breac. Los últimos toques de su trabajo
fueron dados en la celda en Disert-beagh (Oengus había dejado
Tallaght, no mucho después de la muerte de san Mael-Ruain),
donde pereció. Algunos autores dicen que del convento de
Tallacht Hill regresó a Clonenagh donde fue abad y obispo. Fue
sepultado en Clonenagh, como se describe en su vida. Aunque en su
tiempo fue muy conocido, no ha quedado ningún relato antiguo
sobre él, y no se le conmemora litúrgicamente en ninguna
diócesis irlandesa. Tiene culto local.