Era natural de Mityana (a unos 60 km de Kampala), Uganda,
pertenecía al clan del Antílope y era alfarero de
profesión. Se bautizó en 1885. Fue el cocinero de
Mukwenda, es decir, del jefe de la provincia de Singo. Fue catequista
de la comunidad cristiana de su pueblo junto con san Matías
Kalemba.
Cuando se supo que venían los enviados del rey a
destruir la comunidad cristiana se negó a huir. Consoló a
su hermana, que lloraba, con estas palabras: “Estoy cierto de la vida
futura, no temo morir”. Fue atado a un árbol y descuartizado por
sus verdugos, y muerto a lanzazos en el poblado de Mityana. Su hermana
Munaku, aún catecúmena, vio como la mataban y
siguió a los soldados y les pidió que la mataran
también a ella, pero fue confiada a los misioneros, con los cual
viviría consagrada al Señor con votos privados, hasta
1934, cuando ya su hermano había sido beatificado. Fue
canonizado por SS Pablo VI el 8 de octubre de 1964.